miércoles, 20 de enero de 2010


Anverso y reverso de una extraña tarjeta, seguramente parte de un juego de mesa, encontrada en una de las calles del sector chungo del Cabanyal. Para crecer jugando a EL Torete y el Vaquilla, alegre bandolero... Atención al tipo a lo inspector Clouseau que hay tras uno de los árboles abajo a la izquierda. Por otra parte, no me digan que los trabucos no molan para hacerse una tarjeta de visita macarra...


La repanocha. Un acetato chuscamente coloreado para superponer a la pantalla de la TV en B/N y fliparla en colores. Ya lo dicen en el texto:"¡Increíble, pero cierto!".

jueves, 7 de enero de 2010


Lo que te venden el texto como moda atrevida y juvenil choca con la foto, aunque en su día debía de ser lo mash la pintilla de progretón contenido...
Polyesterrrr powah!

miércoles, 6 de enero de 2010


"Garantía de devolución de su dinero si usted no queda completamente horrorizado con su aspecto". Cuanto más lo miro todo, más me creo que se quedase uno horrorizado. Qué cachondo, el publicista.

Qué cosas. Hubiese jurado que era un vibrador.


Antes del Photoshop, lo del retoque fotográfico publicitario se hacía como se podía. Dos opciones destacaban claramente: Bic naranja que escribía fino, y Bic cristal que escribía normal. Imprescindibles para simular bigotes, perillas y similares. Si hacía falta poner más pelo, el publicista de turno lucía pierna con tacón como nadie.


"Que le ayuda a parecer y sentirse más joven".
Pues claro, lo que cuenta es la intención!